sábado, 20 de junio de 2009
Las venas abiertas de América Latina
• La buena luz es la que sabe comer sombras
• La realidad no es un destino, es un desafio
• El sur es la región maldita del mundo, una triste caricatura del norte
• El capitalismo confunde la "calidad de vida" con la "cantidad de cosas"
• En América latina la palabra y el acto no se encuentran nunca, a veces se cruzan por casualidad y no se saludan porque no se reconocen
• La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respetuo mutuo
• Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos
• No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta
• La justicia es como las serpientes, sólo muerde a los descalzos
• Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia, la verdadera
• “Detrás de todo un gran hombre hay una gran mujer ”, frecuente homenaje, dudoso elogio: reduce a la mujer a la condición de respaldo de silla
• La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar
• Todos prometen y nadie cumple. Vote por nadie
• Sólo los peces muertos siguen la corriente
• No hay más realidad que el sueño y el que no sueña va muerto porque se vive del sueño que te mantiene despierto
jueves, 18 de junio de 2009
El Hombre del Traje Gris
• No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás existió
• Cuantos besos me perdí por no saber decir te necesito
• Quiero morir sin descendencia, como murió mi padre
• Amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño
• Por decir lo que pienso sin pensar lo que digo mas de un beso me han dado, y mas de un bofetón
• Y, aunque sé que no era la más guapa del mundo, juro que era más guapa, más guapa que cualquiera
• Una canción es una buena letra, una buena música, una buena interpretación y algo más, que nadie sabe lo que es pero es lo único que importa.
• Soy mejor fumador que cantante
• Sospecho que soy intratable
• No pagaria una entrada para verme actuar
viernes, 5 de junio de 2009
El Oro de los Tigres
• He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer… No he sido feliz
• He sospechado alguna vez que la única cosa sin misterio es la felicidad, porque se justifica por sí sola
• La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido
• Quizá haya enemigos de mis opiniones, pero yo mismo, si espero un rato, puedo ser también enemigo de mis opiniones
• Siempre he sentido que hay algo en Buenos Aires que me gusta. Me gusta tanto que no me gusta que le guste a otras personas. Es un amor así, celoso
• Sólo aquello que se ha ido es lo que nos pertenece
• Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos
• Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón
• Uno llega a ser grande por lo que lee y no por lo que escribe
• La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene.
jueves, 4 de junio de 2009
Rayuela / Capítulo 7
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.
Julio Cortazar / Rayuela, 1963